Solarpunk y sus tres edades

Nuestra cultura actual, atrapada entre el neoliberalismo, el posmodernismo, el Cyberpunk y las narrativas postapocalípticas, nos ciegan, sus sesgos culturales nos obligan al escapismo y al fatalismo. Promueven una tendencia cultural a no creer en las visiones de lugares impecables. Si algo parece bueno y no tiene un oscuro secreto oculto… es sospechoso. Ahora, me he puesto las gafas Solarpunk, y veo posible un futuro próspero, será duro y conflictivo, pero es el que quiero construir.

Las primeras ideas sobre Solarpunk pueden localizarse hacia el año 2008; en aquel año, un blog llamado Republic of the Bees (República de las abejas) publicó la entrada “From Steampunk to Solarpunk.”​ La publicación empieza a conceptualizar el Solarpunk como género literario inspirado en el steampunk.

Solarpunk es:

«un subgénero literario de ficción especulativa conocido por reflejar visiones eutópicas del futuro (Hi-tech — Hi-live) en las cuales se combinan la tecnología avanzada responsable con el medio ambiente y energías renovables (solar y derivadas), con un alto nivel de vida en relaciones sociales de comunidad. Igualmente es un movimiento de arte, arquitectura, moda, música, juegos, política,… que propone tomar los elementos culturales de la sociedad de masa, del cual se han valido las élites, para doblegarlos y usarlos a favor de la sociedad, y así resolver los problemas sociales; dando la vuelta al consumismo a favor de un mundo verde (sin ecoblanqueo / greenwashing), y fomentando las visiones optimistas del futuro acerca de los problemas medioambientales actuales, como son el calentamiento global y la contaminación, así como la desigualdad social.

El solarpunk toma como temática las energías renovables y la tecnología en general, para tratar de generar una visión de futuro positiva para la humanidad; por otra parte, también aborda el uso de medios más óptimos para reducir emisiones de carbono, como sería el caso de la permacultura.

La estética solarpunk usa motivos naturales y es altamente ornamental, siendo una reacción contra la estética contemporánea de moda. Toma inspiración del Art Nouveau y el movimiento de Arts and Crafts

En cuanto a política, el ecosocialismo, anarquismo, comunalismo y corrientes de apoyo mútuo del estilo, se están viendo utilizadas para dar forma a un modelo organizativo social de este movimiento.

Del Manifiesto Solarpunk:

Extraido del manifiesto Solarpunk:

El Solarpunk puede ser utópico, optimista, o preocupado por las luchas en camino hacia un mundo mejor, pero nunca distópico. Mientras nuestro mundo se agita con calamidades, necesitamos soluciones, no sólo advertencias.

El “punk” en Solarpunk tiene que ver con la rebelión, la contracultura, el post-capitalismo, el decolonialismo y el entusiasmo. Tiene que ver con ir en una dirección diferente a la convencional, que es cada vez más alarmante.

Anime y Solarpunk

Hayao Miyazaki ha inspirado al Solarpunk, salvando las distancias con la ecodistopía.

Hayao Miyazaki y sus obras de anime exuberantes de naturaleza salvaje del estudio Ghibli, se han convertido en un referente estético para el movimiento Solarpunk. Igualmente, han surgido ilustraciones artísticas manga (cómic japonés) que recogen ejercicios de imaginación sobre cómo se vería un futuro Solarpunk.

Del mismo modo, siendo un admirador de la animación japonesa, mi novela pre-Solarpunk Lībreo es una ranobe y, por tanto, asume tanto el uso de ilustraciones manga como el protagonismo de los diálogos sobre las descripciones. Pero, si ya tenemos una idea de qué es el Solarpunk, ¿qué podría ser el pre-Solarpunk?

Las tres edades

En el siguiente extracto del artículo Solarpunk — Lentes y Cimientos se recoge la definición de las tres edades del Solarpunk:

«Algunos de los creadores e investigadores de Solarpunk proponen divisiones del género en las tres “edades”:

La “pre-Solarpunk”, un mundo en el que las ideas y los jeroglíficos recién comienzan a desarrollarse, como hoy.

La “Solarpunk”, en el que el choque entre las narrativas y las perspectivas se convierte en la corriente principal e influye en la forma de la civilización.

La “post-Solarpunk”, en el que sus ideas ya han ganado y la utopía está (¿totalmente?) realizada.»

Tres edades del Solarpunk. En la imagen se visualizan a personajes de la novela Lībreo repartidos entre las tres edades.
Mi versión de las tres edades del Solarpunk.

Contexto Solarpunk

Continuando traduciendo partes del artículo anterior:

Muchos libros y antologías ya publicados como Solarpunk, podrían clasificarse en la categoría post-Solarpunk, por varias razones:

En primer lugar, es mucho más fácil inspirar a otros con una visión de un mundo ya materializado, con valores ya interiorizados por sus sociedades, donde podemos mostrarlos.

En segundo lugar, es mucho más fácil publicar algo menos “áspero” y polarizador o comentar sobre política muy real.

Y en tercer lugar, intentar imaginar un camino desde “aquí” a tal utopía requiere una cantidad asombrosa de conocimiento en muchos campos; hipótesis arriesgadas sobre economías, culturas, sociedades y clima, todo lo cual fácilmente podría volverse obsoleto y directamente ridículo. El post-Solarpunk es, entonces, una apuesta mucho más segura para publicar tu historia.

Eutopía Solarpunk

De la u-topía, el no-lugar, a la eu-topía, un buen lugar. Mientras que vivimos en un clima de negación frente a la capacidad de imaginar futuros prósperos, la utopía se utiliza como término que niegue la posibilidad de la mejora en el que algunas mentes construyan su versión de la perfección, y como ejercicio de deconstruir ese muro imaginario, me decanto por el término eutopía como futuro más positivo construido desde el presente.

La eutopía Solarpunk no carece de disputas, sino fluctuaciones de tensión entre los intereses de sus integrantes, a pesar de las estructuras cooperativas que faciliten limar asperezas y afrontar retos en común, e intentos de volver a regímenes autoritarios por quienes no admiten dicho modelo.

Una definición diferente de eutopía para Solarpunk, es un mundo en el que una mayoría reconoce los problemas a los que nos enfrentamos: el caos climático, la insostenibilidad de nuestras tecnologías actuales, economías, civilización, el fracaso del modelo mercantil y laboral de productivismo extractivista que vuelve obsoletos a los humanos sin alternativa de sustento frente a la ruptura entre la automatización y generación de esclavismo laboral, y en el que acordamos actuar al respecto. Todos no necesitan ponerse de acuerdo sobre los pasos específicos a seguir, pero sí están listos para discutirlos.

¿Por qué escribo pre-Solarpunk?

Imaginar los pasos del camino que lleven a un futuro en armonía es un sueño que brota de mi interior con el que disfruto fantasear, es un ejercicio de salud mental que necesito para no caer bajo la losa de la frustración por no ver la posibilidad de encontrar un camino hacia allí. Y lo escribo imaginándolo como un anime colorido, puesto que la animación japonesa ha sido y es muy importante en mi proceso motivacional, manteniendo la moral alta y ensalzando, a menudo emocionalmente, los valores humanos de forma catártica. Me ayuda a dar alas a mi imaginación.

Entonces comparto el análisis de que una gran parte de por qué tanta gente se resiste a escribir Solarpunk es que requiere que reconozcas y superes el trauma que se avecina. Mientras que la cultura popular actual quiere que escapes a un mundo de fantasía, te rindas directamente, renunciando a cualquier responsabilidad y abraces una tergiversada rebeldía que repita los modelos de sometimiento, Solarpunk quiere que admitas que todos sufriremos pero lo superaremos logrando construir un modelo de vida más sano. Necesitamos procesar eso, sin racionalizarlo o romantizarlo. Solo una vez que lo hacemos, una vez que podemos contener esta emoción desagradable en nosotros mismos, podemos comenzar a ver la esperanza más allá, la esperanza que nos permite reconstruir, no solo un cuento de hadas ingenuo, sino un camino empinado pero transitable.

Distopía Cyberpunk

El Cyberpunk es un subgénero de ciencia ficción, conocido por reflejar visiones distópicas del futuro en las cuales se combinan la tecnología avanzada con un bajo nivel de vida. Estéticamente, se caracteriza por el uso de luces de neón, y socialmente se respira un ambiente de rebeldía que repite los ciclos de represión, con megacorporaciones y el mantra de que a pesar de plantar cara, la lucha contra el poder es imposible de ganar.

El Cyberpunk idealiza la opresión y la lucha. No quiere mostrarnos el mundo por el que vale la pena luchar, quiere que nos deleitemos en ser aplastados y rebelarnos, porque la virtud no está en encontrar una salida, está en participar en esta lucha.

Solarpunk fuera de Occidente

La mayor parte del material Solarpunk se crea en inglés, con algunos libros disponibles en portugués, español e italiano, y la mayoría de los escritores locales se sienten mucho más seguros al repetir distopías ciberpunk ambientadas en los idiomas y la estética locales, sin estar dispuestos a crear una visión audaz y realista de la transición de la región, sabiendo todo el trauma que se necesita procesar para eso.

Para delinear y comprender completamente Solarpunk, debemos notar un aspecto más, extremadamente importante: su voluntad de mirar fuera de Occidente, permitiendo que personas de todo el mundo, especialmente del Sur Global, cuenten sus propias historias y compartan sus problemas locales y perspectivas Los futuros de Solarpunk no son solo ciudades globalizadas en EE.UU. o China, sino también las comunidades de Malasia, Colombia, Burkina Faso o Chequia.

Cada región tiene sus propios problemas y soluciones, que podrían no funcionar en otro lugar. No tiene sentido una infraestructura de calefacción integral en Kenia, mientras que Polonia no necesita prepararse para los terremotos.

Si bien en la cultura global de habla inglesa hay muy pocos libros cercanos a la ciencia ficción que aborden los problemas reales, como los cambios climáticos, hay aún menos obras de este tipo del Sur Global. Muchos países poscoloniales están luchando por encontrar una nueva narrativa para sí mismos, especialmente dada la economía del mercado editorial. Es mucho, mucho más fácil vender una historia pornográfica de pobreza africana que un sueño de independencia y un futuro esperanzador y sostenible del continente.

Ahora mis androides sueñan con alpacas fotovoltaicas.

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